Grupo Traslada ha sabido convertirse en referente del transporte corporativo en Argentina desde su nacimiento en 1994, bajo la dirección de los hermanos Carrara. Con solo dos autos y una pequeña oficina, esta empresa ha escalado a un gigante global en movilidad corporativa.
A partir de allí el crecimiento no redujo su marcha. En los años 90, ganó la licitación para trasladar a las comitivas de la Asamblea Anual del Banco Interamericano. Este hito los puso a cargo de los traslados de figuras prominentes como los expresidentes George Bush y Bill Clinton.
La expansión internacional se solidificó aún más en 2012, cuando lanzó su unidad de negocios internacional. Actualmente, la compañía opera en más de 350 ciudades a lo largo de múltiples países.
Hoy, Grupo Traslada emplea directamente a 103 personas y, en 2023, su facturación alcanzó la impresionante cifra de 5.500 millones. La empresa realiza más de 20.000 viajes mensuales, transportando a más de 350.000 personas al año.
¿Cómo alcanzaron tal crecimiento? A través de una fusión estratégica de innovación tecnológica y sensibilidad al mercado. Descubramos su recorrido en la industria de la movilidad corporativa bajo la guía de su actual CEO, Gonzalo Santander.
La expansión de Grupo Traslada
Uno de los pilares fundamentales de Grupo Traslada es su capacidad de expansión, demostrando resiliencia incluso en tiempos de crisis.
Actualmente, la empresa se estructura alrededor de cuatro unidades de negocio:
- Traslada: remis y chárter para traslados personales y grupales.
- Dottransfers para servicios internacionales.
- Muevo para fletes a demanda.
- Vak-group, especializada en la distribución y almacenamiento de cargas.
Y si bien hoy esta expansión ya ha dado señales claras de ser un éxito, el panorama en 2020 no parecía tan cierto.
La compañía planeaba expandirse en Vaca Muerta, un proyecto prometedor que buscaba integrar tecnología avanzada en servicios de movilidad para las empresas de la región. Sin embargo, como relata Gonzalo Santander, CEO de Grupo Traslada, «Comenzamos el proyecto… y regresamos de la última reunión el 13 de marzo de 2020. Ya teníamos contratado nuestro stand y nuestra fecha de lanzamiento estaba fijada para abril del 2020 en la feria que se realizaría en Neuquén. Una semana después, comenzó la pandemia en Argentina. Nuestros objetivos y focos cambiaron rotundamente para ese año.”
Lejos de paralizarse, la empresa supo adaptarse rápidamente a la nueva realidad. La crisis desencadenó la transformación del negocio hacia áreas más necesitadas en ese momento. Así se dió origen a la expansión de servicios como los de última milla y paquetería, especialmente a través de Vak-group.
Hoy en día, Vak-group no solo maneja distribuciones para grandes empresas como IRSA entre sus shoppings, sino que también ha crecido en capacidad y alcance.
Pero, ¿cómo identificar y aprovechar las oportunidades de expansión cuando, a simple vista, parecen una auténtica crisis? Para Gonzalo Santander la clave está en «en pensar no solo en lo que hacemos actualmente, sino en las tendencias o como debería evolucionar lo que nuestros clientes hacen en el futuro. Y, a partir de ahí, buscar una oportunidad de desarrollo de negocio«.
Y agrega, “tener un enfoque 100% orientado al cliente, resolver “dolores” que estos tengan, traen nuevas oportunidades y negocios. Por otro lado, integrarse verticalmente, diversificarse dentro del mismo propósito de la compañía, son aspectos y situaciones que generan posibilidades de crecimiento.”
El panorama competitivo de Grupo Traslada
La competencia en el sector de transporte corporativo, no ha sido sencilla para Grupo Traslada. Especialmente con la llegada de gigantes como Uber, Didi, y Cabify.
Estas plataformas, que suelen tercerizar gran parte de sus operaciones, disfrutan de una estructura de costos reducida, lo que les permite ofrecer precios competitivos. Sin embargo, como Gonzalo Santander explica, la verdadera competencia está en la disparidad en el cumplimiento de regulaciones locales a las que se enfrentan. “La competencia va más allá de los precios. Nos diferenciamos por cumplir rigurosamente con las regulaciones locales, algo que muchas plataformas eluden.”
En jurisdicciones como la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, se requiere que los vehículos estén habilitados específicamente para el transporte de pasajeros. Pero, además, los conductores deben poseer licencias profesionales y los seguros de responsabilidad civil son generalmente más costosos. Sin contar, que los vehículos deben pasar inspecciones anuales y cumplir con criterios de antigüedad y motorización adecuados. “Cada uno de estos requisitos es crucial para asegurar que ofrecemos un servicio de la más alta calidad, que es lo que esperan nuestros clientes corporativos”, destaca Santander.
Pero, como recuerda el CEO de Grupo Traslada: ante una crisis; una oportunidad. La empresa ha convertido estas regulaciones como un sello distintivo de su compromiso con la calidad. Santander afirma: “Tomamos estas regulaciones como un desafío para mejorar continuamente y como una oportunidad para destacarnos por la seguridad y la confiabilidad de nuestro servicio.”
Además, agrega: “En un mercado donde muchos optan por la conveniencia económica, nosotros elegimos priorizar la seguridad y la calidad. Esta elección nos ha permitido mantener relaciones duraderas con nuestros clientes y ganar nuevos a través de la confianza que inspiramos.”
La Responsabilidad Social en el sector de la movilidad corporativa
¿Es posible para una empresa de movilidad corporativa, con una considerable huella de carbono, actuar de manera responsable desde el punto de vista social?
Gonzalo Santander cree firmemente que sí. De hecho, Grupo Traslada ha demostrado que la responsabilidad social empresarial (RSE) puede integrarse efectivamente incluso en industrias con grandes desafíos ambientales.
Santander y su equipo han adoptado varias estrategias para reducir la huella ambiental de la empresa. Una de las iniciativas más destacadas ha sido la plantación de árboles en las áreas donde operan, compensando así las emisiones de carbono generadas por su flota. Además, Grupo Traslada se ha comprometido a que, para 2030, el 30% de su flota esté compuesta por vehículos eléctricos o híbridos.
Sin embargo, Santander reconoce los desafíos que esto implica: «Dependemos del mercado, del país y del contexto. Siempre que podemos, tomamos decisiones en esa dirección, pero aún enfrentamos barreras en cuanto a la disponibilidad y el soporte tecnológico necesario para una transición completa«.
¿Cómo lograr esto? Santander sugiere que las acciones deben generar un beneficio y valor agregado para la compañía. “Si uno no lo hace de esa forma, siempre, a la larga, se ven como un costo, y frente a la primera crisis es lo primero que se corta«, afirma.
Por ejemplo, al involucrar a los clientes en el proceso de plantación de árboles, la empresa no solo mitiga su impacto ambiental, sino que también crea un vínculo emocional con los clientes, quienes se sienten parte de una solución positiva. «Nuestros clientes valoran que lo hagamos y los hacemos partes de estas iniciativas, y todos los años compartimos con ellos cuántos árboles nos ayudaron a plantar contratando nuestros servicios«, explica Santander.
Desafíos y tendencias en la movilidad corporativa
Santander identifica claramente las prioridades actuales y futuras del sector: eficiencia y sostenibilidad.
Actualmente, Grupo Traslada está enfocado en optimizar costos y mejorar la eficiencia operativa. «Nuestro objetivo es poder ayudar a nuestros clientes a encontrar eficiencias,» explica Santander. Esto incluye hacer que los recorridos sean más eficientes y ajustar el tamaño de los vehículos según la demanda real.
Además, la compañía ha inaugurado recientemente un depósito y está expandiendo su negocio de almacenamiento para mejorar los tiempos y la calidad de las entregas.
Mirando hacia el futuro, Santander prevé que la movilidad en las grandes ciudades se volverá más sustentable. Describe un escenario ideal donde la movilidad se adapta al entorno urbano: comenzar el viaje en un tipo de transporte y cambiar gradualmente a opciones más sostenibles, como el transporte público y la micro-movilidad, al acercarse al centro de las ciudades. «Deberíamos pensar en desarrollar la micro-movilidad o incursionar en ese negocio,» sugiere, señalando que esto complementará, y no reemplazará, sus servicios de remis y traslados grupales. Los mismos seguirán siendo cruciales para desplazamientos específicos como de oficina a oficina o hacia aeropuertos.
La visión de Gonzalo Santander para Grupo Traslada es clara: adaptabilidad y reinvención continua para seguir siendo relevantes y valiosos para sus clientes. «Nuestro objetivo es tener la capacidad de adaptarnos y reconvertirnos las veces que sea necesario,» afirma. Con esta filosofía, Grupo Traslada no solo se anticipa a las tendencias del sector, sino que también se prepara para liderar en la transición hacia una movilidad más integrada y sostenible.
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