La historia del grupo Bimbo se remonta a 1945, cuando un grupo de emigrantes españoles tuvieron la visión de “hacer un pan realmente bueno, nutritivo, sabroso, fresco” para todos los hogares de México. Su famoso pan de molde y el emblemático logo del osito blanco serían los cimientos sobre los que se construiría la mayor panificadora del mundo.
Te contamos la historia de la marca Bimbo, la vida de sus fundadores, cómo fueron sus inicios y sus obstáculos hasta llegar a ser una panificadora con operaciones en 33 países y más de 100 mil empleados.
Los comienzos de la marca Bimbo y sus fundadores
Juan Servitje y Josefina Sendra llegaron a México a comienzos del siglo XX, al igual que otros 3,5 millones de españoles que entre 1880 y 1930 migraron a tierras americanas. Juan trabajó en la panadería La Flor de México y en 1928 fundó El Molino, su pastelería.
De sus cinco hijos, siempre vinculados al negocio familiar, Lorenzo trabajó en El Molino mientras realizaba sus estudios de contador público en la UNAM. Esto le permitió asumir un rol central desde 1937 a 1945 frente a la repentina muerte de su padre, convirtiéndose a los 18 años en el gerente.
El año 1945 fue clave para la historia del grupo Bimbo porque fuer allí donde los cinco socios fundaron Panificación Bimbo como tal. De esta manera, el grupo era integrado por Lorenzo Servitje, Jaime Jorba, Jaime Sendra, Alfonso Velasco y José T. Mata.
La empresa contaba con 34 empleados y distribuía su característico pan de molde. También nació el emblemático logo del osito blanco, inspirado de una tarjeta navideña recibida por Jaime Jorba, quien había dejado Tarrasa (España) en 1936 para ir a México. Era primo de Lorenzo.
Jaime Sendra también era un emigrante con un pie en cada país, dado que su familia abandonó España en dos ocasiones. La última fue durante el estallido de la Guerra Civil en 1936, regresando a México y trabajando en La Flor de México por ser tío de Servitje.
En cuanto a José T. Mata, este era amigo de la infancia de Lorenzo. Mientras que Alfonso Velasco era un ingeniero experimentado en la industria panadera. En una entrevista con la revista Expansión en 2008, Lorenzó recordó un poco sobre las cualidades de este fundador: “Velasco tenía todo el know how. Nosotros éramos simples pasteleros”.
La división de Bimbo y su expansión por América Latina
La historia de la empresa Bimbo también tiene épocas menos brillantes. Frente al éxito rotundo en México, dos de los socios fundadores, Jaime Jorba y Jaime Sendra, optaron por regresar a España y montar una filial.
Se creó entonces una segunda empresa llamada Bimbo, para evitar tener que elegir nuevos nombres para el negocio alimentario. También contaba con los mismos colores, logo y producto. La compañía inicia sus actividades en 1965 con una fábrica en Granollers (Barcelona), introduciendo el pan de molde en la península, hoy popularmente conocido como pan Bimbo.
Sin embargo, la filial española no duraría mucho y en 1971, Bimbo España se asoció con la empresa estadounidense Campbell Taggart para ser más competitiva. El negocio no despegó, por lo que en 1978 vendieron la empresa a Campbell Taggart, que posteriormente la vendió a la antigua Sara Lee.
Lorenzo Servitje lamentó la decisión de sus compañeros durante su última entrevista con Expansión en 2015 explicando cómo Jorba “creció tanto en la distribución y en créditos que recibió, que se vio obligado a asociarse con una compañía americana, al 50 %, y luego vendimos a los americanos, que se quedaron con Bimbo España”.
Durante años la historia del grupo Bimbo estuvo dividida entre México e Iberia. Bimbo Iberia se quedó como una unidad de negocio de Sara Lee en España y Portugal. Mientras que la sede Bimbo mexicana se adentró en una fase de expansión.
En la década de 1980 se comenzó a exportar a Estados Unidos, abriendo una filial en Guatemala y otra en 1991 en Argentina. Además, le seguirían compras de otras empresas en Brasil, China o Canadá.
Finalmente, en 2011 ese círculo se cerró con la compra de Bimbo Iberia por Bimbo México al adquirir la compañía Sara Lee. Lorenzo Servitje, quien falleció en 2018 a los 98 años de edad, llegó a ver ese momento y lo recordó en esa última entrevista: “Ha sido extraordinario recuperar la marca, un sueño”.
Bimbo: una panadería con historia que mira hacia el futuro
Hoy Bimbo cuenta con operaciones en 33 países, siendo uno de los líderes mundiales con presencia en gran parte de Latinoamérica, Europa, China, Ucrania, Kazajistán, Rusia, Turquía, entre otros países. Su grupo integra más de 13.000 productos, incluyendo dulces y aperitivos salados. Empezaron con 34 y, hoy tienen más de 100.000.
Los Servitje continúan al frente de la compañía. Al igual que la primera vez, el menor de los ocho hijos de Lorenzo, Daniel, preside la empresa desde 1997. De hecho, cuando Daniel asumió la presidencia, Bimbo facturaba 3.000 de dólares, cifra que se multiplicó cinco veces hasta llegar a los 16.600 millones de dólares en 2020.
Las acciones de Bimbo cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, revalorizadas en más de un 800% desde enero de 2000. Por su parte, los títulos rondan los 45 pesos, aproximadamente 1,87 euros. Con un patrimonio de 3.590 millones de dólares, la familia Servitje Montull compone la octava mayor fortuna de México. La otra gran dinastía del imperio es el clan Jorba Servitje, con una fortuna de 1.120 millones de dólares. Hoy ocupan el puesto 25 de los más ricos de México.
En Iberia, el director general de Bimbo es José Luis Saiz, que se unió en enero de 2020. Su perfil estuvo siempre ligado a la industria alimentaria, ya que desde 2007 ha trabajado con Cadbury, Kraft, Mondelēz y Pascual. También fue consejero delegado y director general ejecutivo de Calidad Pascual (2016-2020).
Lo cierto es que la historia de Bimbo es un gran ejemplo de emprendedores que apostaron por la industria mexicana, donde “la lealtad, el amor por la camiseta, ha sido el secreto de nuestro éxito, el personal es muy cercano de la empresa”, según comentó por última vez Lorenzo Servitje.