En el mundo del marketing y la publicidad, pocas frases tienen el poder de convertirse en un verdadero lema de superación y motivación como el slogan de Adidas.
«Impossible is nothing» es una declaración audaz que encapsula el mítico discurso de quien fue considerado el mejor boxeador de todos los tiempos, dando vida a una de las frases con mayor impacto en el mundo del deporte.
En este artículo vamos a abordar la historia detrás del slogan de la multinacional alemana, y las decisiones que lo transformaron en una filosofía deportiva mucho más grande que cualquier campaña publicitaria.
¿Cómo se creó el slogan de Adidas?
En realidad, el slogan de Adidas tiene sus raíces en la inspiradora visión de una leyenda, Muhammad Ali, cuyas palabras se convirtieron en el eje de una campaña global que marcó un antes y un después para Adidas.
Más allá de ser el extraordinario boxeador que todos conocemos, Ali también fue una figura social muy importante para su generación, involucrándose en las luchas políticas y sociales del momento.
«Imposible es solo una gran palabra usada por hombres pequeños a quienes les resulta más fácil vivir en el mundo que les ha sido dado que explorar el poder que tienen para cambiarlo. Imposible no es un hecho. Es una opinión. Imposible no es una declaración. Es un desafío. Imposible es potencial. Imposible es temporal. Nada es imposible» decía Ali. En estas poderosas palabras, Adidas encontró la esencia de lo que quería transmitir a su audiencia.
Por eso, en febrero de 2004, Adidas decidió lanzar la que sería su campaña global más ambiciosa, con un presupuesto sin precedentes de $50 millones. El objetivo entonces era rejuvenecer su imagen dada su extensa historia en el mercado y reafirmarse frente a competidores como Nike.
A continuación, vamos a ver quiénes fueron los encargados de diseñar este proceso y cómo impactó en la cultura del deporte.
Agencias involucradas e impacto de la campaña
Ahora bien, la responsabilidad de dar vida a este mensaje recayó en dos agencias publicitarias, en una colaboración única: 180/TBWA. Aquí se sumaron los esfuerzos de la agencia holandesa 180 y TBWA\Chiat\Day. Juntas, tomaron la poderosa declaración de Ali y la transformaron en el corazón de una campaña que no solo buscaba promocionar productos, sino inspirar a una generación a desafiar lo imposible.
De hecho, la campaña destacó por su emotividad y por su capacidad para conectar con el público a un nivel profundamente personal. Presentaba a 22 atletas icónicos, entre ellos el propio Muhammad Ali, enfrentándose y superando desafíos que parecían insuperables. Se trataba de una invitación abierta a todos, no solo a los atletas, a superar las barreras y a redefinir los límites de lo posible.
«Impossible is nothing» trascendió el ámbito publicitario para convertirse en una filosofía de vida. De esta manera, Adidas no solo vendió zapatillas y ropa; vendió una idea, una actitud ante la vida.
Este slogan de Adidas se convirtió en un mantra para aquellos dispuestos a enfrentarse a sus propios desafíos, recordándoles que los límites, más a menudo de lo que pensamos, están para ser superados.
La revitalización del “impossible is nothing”
Años después de que el slogan de Adidas: «impossible is nothing», resonara por primera vez en el imaginario colectivo, Adidas decidió darle un nuevo aliento a este poderoso mensaje.
En un mundo cada vez más ávido de historias reales y de superación, la marca deportiva se sumergió en el formato documental para reconectar con su audiencia. Lo que podemos identificar como un acierto fue su enfoque en los jóvenes, como también la búsqueda para reafirmar el poder transformador del deporte.
En 2021, Adidas revivió el espíritu de optimismo que Muhammad Ali había insuflado en su slogan. Sin embargo, le dio un nuevo sentido al centrarse en las vivencias de atletas reales que, a través de su perseverancia y dedicación, encarnaban el mensaje de que «impossible is nothing«. Veamos algunos aspectos que dieron éxito a esta campaña.
Contar historias personales
La campaña se desplegó en una serie de 20 piezas audiovisuales que narraban las historias de personalidades reconocidas a nivel mundial. Cada una de estas historias estaba cargada de humanidad, desafíos y éxitos.
Nombres como Beyoncé, Siya Kolisi, Tifanny Abreu, Paul Pogba, Mohamed Salá, entre otros, compartieron sus experiencias. A fin de cuentas, se convirtieron en voceros de la actitud Adidas y demostrando que, efectivamente, «impossible is nothing».
Inclusión
Otro aspecto clave fue la inclusión de atletas paralímpicos y la elección de personalidades de diversas disciplinas y contextos buscaron conectar de manera genuina con una audiencia local, mostrando que los obstáculos son, en muchas ocasiones, solo escalones hacia la grandeza.
Innovación y sostenibilidad
Finalmente, las estrategias detrás de esta revitalización fueron tan variadas como exitosas. Podemos mencionar la publicidad exterior, con sesiones de mapping en lugares emblemáticos. Como también aquellas acciones concretas de sostenibilidad, como la transformación de lonas publicitarias en mochilas donadas.
Sentido de comunidad
Otro ejemplo memorable que podemos destacar es la reinauguración de un skatepark en Chiclayo, Perú, que sirvió para celebrar el espíritu deportivo y reforzar el mensaje comunitario.
En definitiva, podemos decir que la realización de esta campaña documental cumplió ampliamente el objetivo de revitalizar el slogan de Adidas. Pero más allá de eso, reafirmó el compromiso de la marca con la inspiración, el empoderamiento juvenil y la sostenibilidad. «Impossible is nothing» dejó de ser solo un slogan para convertirse, una vez más, en una declaración de principios.
Conclusión
El proceso creativo y estratégico detrás del logo y slogan de Adidas es un brillante ejemplo de cómo las palabras correctas, arraigadas en valores universales y auténticos, pueden resonar en el corazón de las personas y elevar una marca a nuevos horizontes.
«Impossible is nothing» sirve como inspiración para buscar mensajes que no solo vendan un producto, sino que, además, transmitan un legado emocional y motivacional duradero.