Marcelo Ebrard, canciller mexicano, anunció el pasado 14 de febrero que Elon Musk había elegido a México como lugar de desembarco de su nueva planta de producción de autos eléctricos. Esta decisión forma parte de una estrategia de aumento de producción para el 2030. La llegada de Tesla, Inc. a suelo mexicano, perfilará al país como uno de los principales productores de vehículos eléctricos de América Latina.
La reunión de Ebrard con Rohan Patel, director de Desarrollo de Negocios de Tesla, en compañía de Eugenio Grandio, Director de Mercado en México, terminó con un marcado tono positivo. Sin embargo, los detalles de la negociación, tales como el monto de inversión y la ubicación de la nueva planta, aún no trascienden.
Pero si trascendió el optimismo tanto de líderes políticos como de especialistas en el sector. Sin importar en qué estado se establezca Tesla, Inc. esta noticia viene a confirmar un perfil ya delimitado de México. El de un hub de ensamblaje en América Latina para tecnologías de vehículos sustentables.
Este sector tecnológico posee grandes perspectivas en el futuro, ya que cada vez se considera más relevante la importancia de la llamada transición verde. Incluso muchas ciudades han adoptado políticas públicas para incentivar el uso de las mismas.
Tesla, Inc. entiende la importancia que adquiere, y adquirirá, la tecnología sustentable. Por lo que planea ampliar su producción para el 2023. Parte de esta incluye la instalación de 8 mega plantas en distintos puntos estratégicos que sostengan la producción de más de 20 millones de vehículos eléctricos. Una de ellas se ubicará en territorio azteca.
La llegada de Tesla, Inc. convierte a México en el principal centro de producción de autos eléctricos de Latinoamérica
Como ya mencionamos, la llegada de Elon Musk con Tesla, Inc. a México viene a confirmar un perfil ya establecido del país. Es que en terreno mexicano ya existen varias plantas, como la de Audi o BMW, que se especializan en líneas de producción de autos eléctricos. Se trata claramente de un caso de nearshoring.
De hecho, durante el 2022 México se posicionó como líder de la comercialización de este tipo de vehículos en la región, con nada menos que 45 mil unidades producidas. Superó a Brasil, con 35 mil unidades, y a Colombia, con 18 mil.
A nivel mundial se posiciona como el séptimo productor de vehículos y el quinto exportador, según los datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). Gran parte de lo producido en la red de 22 plantas tiene como destino a EEUU.
¿Por qué Tesla, Inc. eligió a México para instalar su nueva planta? Principalmente, porque se encuentra en un punto cercano a Estados Unidos, un mercado siempre atractivo.
El aliciente de una mano de obra cualificada, pero económica, resultó de lo más tentador para Elon Musk. Sin dudas. Sobre todo si se tiene en cuenta que gran parte de la infraestructura necesaria para la producción ya está dispuesta. Lo que disminuye considerablemente los gastos de inversión.
El peligro de la controversia política en México, ¿cómo superarlos para incentivar este sector incipiente?
Sin embargo, existe un riesgo que se debe terminar de sortear y del cual todos fuimos testigos. El clima político se convulsionó con el anuncio de la llegada de Tesla, Inc. a México. No faltaron las voces que alabaron el proyecto y sus consecuencias para la región. Inclusive ya se hablaba de la posibilidad de que Nuevo León sea el elegido para la instalación de la planta de Tesla.
Pero, Andrés Manuel López Obrador abrió el juego y manifestó su deseo de que dicha planta se ubicase en un sector céntrico. En lo posible en áreas cercanas al recién inaugurado Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)
Fue cuestión de tiempo para que casi todos los Estados pelearan por la atención de Elon Musk en las arenas de redes sociales.
Al respecto, Israel Hurtado, presidente de la Asociación Mexicana de Hidrógeno, calmó las aguas declarando que lo importante es que México sea el destino final de dicha planta. Agregó, además, que el acento debe ponerse en la diagramación de una serie de incentivos para promover la venta de vehículos eléctricos en el mercado doméstico.
Las opciones son variadas. Desde beneficios fiscales, como deducciones fiscales, deducibilidad de los intereses de compra o la reducción de cuotas de peaje para este tipo de vehículos.