En una entrevista reciente, el CEO de Ferrari, Benedetto Vigna reconoció el aporte de Tesla en la aceleración y tecnologización de la atrasada industria automotriz. Pero no pudo dejar de marcar las diferencias entre Ferrari y Tesla.
Es preciso recordar, antes de empezar, que la idea de un auto eléctrico que planteó Elon Musk junto a Tesla despertó un gran desinterés y rechazo de la industria automotriz en sus comienzos. Actualmente, con apenas dos décadas de vida, cuenta con una fuerte consolidación en el mercado y un proceso productivo tan optimizado que la competencia apenas puede hacerle frente.
Benedetto Vigna, CEO de Ferrari S.p.A, no tuvo reparos a la hora de reconocer un hecho innegable: Tesla, con su CEO, replantearon por completo las ideas que se tenían sobre la industria automotriz.
Aunque no se puede negar la profunda brecha que este desembarco abrió en el mercado comandado por Ferrari y Tesla.
Por un lado, se encuentran los autos eléctricos, con Tesla a la cabeza. Estos se posicionan como bandera de la modernización y respeto por el medio ambiente. El auténtico signo de una nueva era.
Por el otro, se encuentran los autos petroleros, con Ferrari posicionándose como el emblema y referente del mercado. Una alusión y un canto a la vieja escuela, donde la experiencia del conductor se rige por la potencia y el estatus del vehículo.
Pero, con el mercado cambiando tan drásticamente, ¿hay espacio para ambos?
El replanteo de lo que significa conducir y lo que debe ser un vehículo pone en una frágil posición de defensa y adaptación a la mítica marca. ¿Cómo podrá conservar su identidad si los viejos modos de desarrollo, y el agotamiento del recurso principal que sustenta a Ferrari, ya tiene fecha de vencimiento? El CEO de la marca no lo ve de esta manera.
El valor y la experiencia del cliente son el punto de diferenciación entre Ferrari y Tesla, según su CEO
Esta gran duda que nos planteamos ha sido una incógnita que ha recorrido las oficinas de todos los viejos fabricantes de automóviles. Sobre todo cuando se percataron de lo difícil que resultaba seguirle el paso a Elon Musk con Tesla. Esta parece producir coches eléctricos de excelente calidad casi sin esfuerzo, mientras que ellas aún lidiaban con adaptar sus productos a la electricidad, con más o menos éxito.
Al respecto, el CEO de Ferrari ha aclarado el panorama recalcando que la llegada de Tesla a la industria fue una llamada de atención. Se trató, simplemente, de una sacudida a los viejos hábitos para despertar de un letargo.
Sin embargo, se apresuró a marcar una clara diferencia: Tesla es un coche funcional y no tardará en volverse un estándar en la industria de los autos eléctricos.
Esa sería la diferencia entre Ferrari y Tesla. Con la masiva electrificación de los vehículos, la última corre peligro de no diferenciarse. Mientras que Ferrari lo hace desde hace décadas, sin perder el acento en la experiencia de conducción única que ofrece. Esto lo hace un coche emocional, en palabras de su CEO.
El gran desafío de Ferrari es no caer en el modelo de un Tesla Italiano. Cuando el proceso de electrificación normalice y estandarice los sonidos, modelos y propulsiones, ¿Cuál será la diferencia que ofrezca la mítica marca italiana?
El CEO de Ferrari adopta una línea moderada en la electrificación de sus coches
Durante el Market Capital Day del año anterior, Benedetto Vigna anunciaba que durante el 2025 el mercado vería la llegada del nuevo modelo de Ferrari 100% eléctrico. Adelantó, además, que para el 2026 el 40% de su producción será de motores de combustión interna.
Ahora bien, también se preocupó de marcar una línea clara. La adopción de la electricidad no será absoluta y a ciegas, ya que hay espacio para una combinación de tecnologías. Para 2030 plantea mantener un 20% de la producción de Ferrari propulsadas por petróleo. Donde el grueso restante se dividirá en vehículos eléctricos e híbridos.
Según Vigna, no hay preocuparse por una competencia entre Ferrari y Tesla. Ferrari seguirá siendo Ferrari, puesto que su valor se asienta en la experiencia de conducción como un proceso multifactor. Esto no cambia aunque el tren motriz ahora sea eléctrico.
Pero también, como reflejo de su curso de acción, alertó que no se debe avocar completamente las estrategias al desarrollo tecnológico. No, por lo menos, si esto implica un alejamiento de la experiencia del cliente.
El campo de la industria automotriz parece presentar nuevos desafíos para los fabricantes de automóviles, donde marcan el paso Ferrari y Tesla como dos signos de distintas épocas. Queda por ver qué curso de acción adoptarán las otras marcas.